Gallina ciega: es un juego infantil en el que los otros jugadores tapan los ojos, normalmente con un pañuelo o venda, a un jugador seleccionado. Entonces el resto de jugadores empiezan a darle vueltas hasta marear al que pilla. Mientras todos corren y la gallina gira, se va cantando una canción.
A partir de ese momento, el jugador nombrado «gallina ciega» intenta atrapar a alguno de los que juegan, guiándose por sus voces. Tocando, por supuesto, pero sin pegar. Cuando alguien es atrapado sustituye a la gallina. En algunas versiones avanzadas del juego hay que adivinar quién es el jugador pillado, palpándole. En otras, cuando atrapa al otro jugador, ese jugador queda fuera del juego. Cuando estén jugando, para poder ayudar a la gallina a conseguir sus presas, los jugadores normalmente le hablan o le dan pistas de dónde se encuentran (como por ejemplo: cantando o gritandole direcciones como !!izquierda!! o !!derecha!!!).
Suele jugarse en un área espaciosa, libre de obstáculos para evitar que el jugador haciendo el papel de "la gallina" se lastime al tropezarse o golpearse con algo.
El Gato
y ratón: es un juego infantil que consiste en hacer un círculo con
los participantes cogidos de la mano.
·
Se
escogen dos niños y se les da el papel de gato y al otro de ratón.
·
Al ritmo de
la canción: - Ratón que te pilla el gato, ratón que te va a
pillar, si no te pilla esta noche, mañana te pillará -
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El ratón
se escapará por entre los "agujeros" que hacen entre todos los
participantes con las manos cogidas y los brazos lo más extendidos posible.
·
El gato
le intenta seguir, pero los participantes bajan los brazos y no le dejan pasar,
pero puede colarse entre los agujeros, siempre y cuando no lo rompa al pasar.
Y cuando el gato toca al ratón, entonces ahora
al ratón le toca ser el gato y escoger a una persona para que sea el ratón.
La rayuela o avion es un juego de iniciación infantil, que representa el
conocimiento de uno mismo, de donde provienen el juego del laberinto, la petanca y el juego
de la oca.
El inventor de la rayuela quiso reflejar en el juego la vida
misma, con el nacimiento, el crecimiento, los problemas y dificultades, la
muerte y la meta final, el cielo. Por eso, en algunos países pintan un primer
cuadrado que precede al número 1 donde escriben el nombre de Tierra y un último
cuadrado después del 7 y el 8 al que llaman el Cielo, donde se puede descansar
y apoyar los dos pies. Existen muchas versiones de la rayuela. Hay diferentes
formas de pintarla en el suelo pero la más común es esta:
Se pinta un cuadrado con el número 1 dentro, luego otro cuadrado
con el 2, otro con el 3, intentando que sean más o menos iguales. En el cuarto
piso de la rayuela se pintan dos casillas, una con el número 4 y a su lado otra
con el 5. La casilla superior la ocupa el 6 y las dos últimas son también
casillas dobles con los números 7 y 8.
El juego comienza tirando una piedra pequeña en el cuadrado número
1, intentando que la piedra caiga dentro del cuadrado sin tocar las rayas
externas. Se comienza a recorrer la rayuela a pata coja sin pisar las rayas,
guardando el equilibrio hasta que se llega al cuarto piso donde hay dos
casillas y podemos apoyar los dos pies. Seguimos el número 6 a pata coja y
nuevamente en el 7 y el 8 apoyamos los dos pies. Ahora hay que volver al número
1. Debemos saltar y darnos la vuelta sin pisar las rayas y deshacer el mismo
camino hasta el número 1 donde nos agacharemos a por la piedra sin apoyar el
otro pie.
Si no hemos pisado raya continuamos el juego ahora tirando la
piedra en la casilla número 2 y repitiendo lo mismo. Si la piedra no cayera en
la casilla número 2 o tocara raya pasaría el turno al siguiente jugador. El
objetivo es tirar la piedra en las demás casillas sucesivamente. Quien acabe
antes la ronda del 8 gana.
Este juego es muy sencillo, ayuda a que los niños desarrollen la
coordinación viso-motora. Se cree que este juego se desarrolló en la Europa renacentista y que la temática está basada en el
libro La divina comedia de Dante
Alighieri, obra en la cual el personaje, cuando sale del Purgatorio y quiere alcanzar el Paraíso, tiene que atravesar una serie
de nueve mundos hasta lograrlo. El jugador actúa a modo de ficha. Debe saltar
de casilla en casilla, a la pata coja, empujando la piedra que se suponía
representaba su alma. Partía de la Tierra para conseguir el Cielo (Urano), vigilando no caerse en el
pozo o en el Infierno (Plutón) durante su recorrido. En
ningún caso la piedra debía pararse sobre una línea, ya que, de la Tierra al
Cielo, no hay fronteras ni zonas de demarcación, ni separaciones, ni descanso.
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